Navegando por ahí encontré este video, producido para una buena causa, y lo que más me gusta es la sencillez con la que han conseguido reflejar una realidad tan cruda y cruel.
Es un video al que no le hace falta sonido para provocar el estremecimiento del usuario. Un ejemplo de buena publicidad. No hace falta tener grandes medios y grandes producciones para expresar una idéa.