La inteligencia artificial (IA) está transformando el panorama del diseño web de forma vertiginosa. Utilizamos imágenes generadas con IA para diseñar, pero ¿es legal?.
Herramientas como Midjourney, DALL·E, Adobe Firefly o Canva con IA integrada permiten generar imágenes, logotipos, composiciones y hasta maquetas web en cuestión de segundos. Sin embargo, esta revolución trae consigo importantes dilemas éticos y legales, especialmente en lo que respecta a la propiedad intelectual.

La IA ofrece oportunidades enormes para el diseño web, pero también impone nuevos retos éticos y legales. Como profesionales, debemos estar informados, actuar con responsabilidad y participar activamente en los debates que marcarán el futuro del diseño digital. La creatividad humana sigue siendo insustituible, incluso en la era de los algoritmos.

¿Quién es el autor de una obra generada por IA?

Uno de los debates más relevantes es el de la autoría. En España, la Ley de Propiedad Intelectual (LPI) reconoce como autor a la persona física que crea una obra original. Pero, ¿qué sucede cuando una imagen ha sido generada por una IA a partir de un prompt? Actualmente, no se reconoce a las inteligencias artificiales como sujetos de derechos, lo que deja vacío el concepto de autoría si no hay una intervención creativa humana clara.

Esto genera incertidumbre en el diseño web, ya que muchas páginas y marcas están comenzando a utilizar recursos visuales generados por IA sin tener certeza sobre su titularidad o si podrían ser reclamados por terceros.

El problema de los datos de entrenamiento

Otra cuestión crucial es el origen del material con el que se entrena a estas IAs. Muchas redes neuronales utilizan bases de datos de imágenes, ilustraciones o tipografías que provienen de obras con copyright, a menudo sin el consentimiento expreso de los autores. Esto ha provocado demandas en países como Estados Unidos y Reino Unido, y el debate ya ha llegado al Parlamento Europeo.

Para diseñadores y desarrolladores web, esto plantea un riesgo: el uso de una imagen generada por IA podría, en teoría, infringir derechos de autor si la IA se entrenó con obras protegidas.

Si es cierto que ya la IA al pedirle un estilo «x» te niega la petición alegando derechos, pero también he visto ya que

Regulación española y europea

La Ley de Propiedad Intelectual española establece que «se considera autor a la persona natural que crea alguna obra literaria, artística o científica». Esta definición implica que solamente una persona física puede ostentar la autoría, excluyendo expresamente a entes artificiales como sistemas de inteligencia artificial.
Así, las obras creadas exclusivamente por IA no podrían acogerse al régimen de derechos de autor en España, salvo que exista una intervención humana significativa que justifique la atribución de la autoría.

En la práctica, esto significa que la posibilidad de atribuir la autoría de una obra generada con IA a una persona en concreto dependerá del grado de participación de esta durante el proceso creativo, es decir, el diseño del prompt.

A nivel europeo, la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO) y la Oficina Europea de Patentes (EPO) también han sostenido que las obras creadas exclusivamente por inteligencia artificial no pueden acogerse a la protección tradicional, al no existir una aportación creativa humana identificable.

Por tanto, las obras generadas por IA en Europa siguen sin poder considerarse protegidas por derechos de autor, salvo que haya participación humana directa y creativa.

Entonces, ¿qué debo hacer?

Ante este panorama, los profesionales del diseño web debemos adoptar una postura ética y legalmente segura:

  1. Verificar los términos de uso de las plataformas de IA utilizadas.
  2. Evitar usar prompts que imiten estilos de artistas reconocibles, lo cual podría considerarse plagio estilístico.
  3. Aportar creatividad humana en el proceso de generación, para que el trabajo resultante pueda estar más claramente protegido.
  4. Apostar por herramientas que ofrezcan transparencia sobre sus datos de entrenamiento.
  5. Incluir cláusulas específicas en contratos con clientes, aclarando el uso de IA en los diseños.

Share and Enjoy !

Shares